Microrrelatos del Azar. Frase 4.
Desde el blog Gotas de luzpálida nos proponen la siguiente frase para crear un microrrelato:
"Como era el cumpleaños de mamá lo que íbamos a celebrar, y siendo en pleno océano como iba a ser, estábamos todos ocupados en buscar regalos para ella."
Que pertenece a la página 19 del libro "Filetes de lenguado" de Gerald Durrell.
![Gerald Durrell Microrrelatos del azar. Frase 4.](https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEivIrN9Zo3erlGSYAqr0abTZ1BW2onjKnyUBLRIarRc3PY0feo5wT-e6OHFwDyk47IkufP2hCc9j2K7Gd0G9E2unXtVK62PO_IEiiLHoFQGk4x_hj2dbAD_NkBfYlZ7w9nqaSPmp671xOhXJHqhOSk2j75Kbjui2Xwct98aHzNqYg=)
En el blog Filias y Fobias la entrada quedará abierta para que escribáis cuando queráis.
Mi participación:
EL DÍA MÁS LARGO
Como era el cumpleaños de mamá lo que íbamos a celebrar, y siendo en pleno océano como iba a ser, estábamos todos ocupados en buscar regalos para ella. Yo fui hacia las playas. Encontré mucha actividad humana y el agua estaba cuajada de cuerpos inertes que caían desde barcas de hierro. Casi todos llevaban un cascarón en la cabeza y dejaban tras de sí estelas color rojizo. Nadando entre ellos encontré a uno que intentaba quitarse el bulto que llevaba atado a la espalda. Abrió mucho los ojos cuando me vio y pataleó cuando mordí las correas para liberarlo. Después le agarré del pecho y le impulsé hacia la superficie, lejos de la caracola que había en el fondo y que fue el regalo perfecto para mamá.
"Como era el cumpleaños de mamá lo que íbamos a celebrar, y siendo en pleno océano como iba a ser, estábamos todos ocupados en buscar regalos para ella."
Que pertenece a la página 19 del libro "Filetes de lenguado" de Gerald Durrell.
En el blog Filias y Fobias la entrada quedará abierta para que escribáis cuando queráis.
Mi participación:
EL DÍA MÁS LARGO
Como era el cumpleaños de mamá lo que íbamos a celebrar, y siendo en pleno océano como iba a ser, estábamos todos ocupados en buscar regalos para ella. Yo fui hacia las playas. Encontré mucha actividad humana y el agua estaba cuajada de cuerpos inertes que caían desde barcas de hierro. Casi todos llevaban un cascarón en la cabeza y dejaban tras de sí estelas color rojizo. Nadando entre ellos encontré a uno que intentaba quitarse el bulto que llevaba atado a la espalda. Abrió mucho los ojos cuando me vio y pataleó cuando mordí las correas para liberarlo. Después le agarré del pecho y le impulsé hacia la superficie, lejos de la caracola que había en el fondo y que fue el regalo perfecto para mamá.
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