VIII Edición de Relatos en Cadena: Semana 02.
Microrrelatos presentados a la VIII Edición de Relatos en Cadena del programa La Ventana de la Cadena SER y la Escuela de Escritores.
Hashtag para Twitter #RelatosEnCadena
Frase para participar Semana 02: Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz…
¡UNA DE RABAS!
Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz, la ceja le cruza de sien a sien separando sus ojos pequeños de la frente despejada a modo de frontón recién pulido. Es un gran camarero pero, ¡maldita sea!, al no fruncir el ceño nunca sabes si ha entendido o no lo que le acabas de pedir. Así que los domingos, a la hora del vermú, los clientes habituales saqueamos sin piedad los aperitivos y raciones de los neófitos que esperan amontonados junto a la barra.
ARTROSIS EN EL OLVIDO
Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz, el saxo tenor cubierto de herrumbre vibra en los dedos torcidos del músico callejero. Hace décadas, el instrumento sonó en los mejores locales nocturnos de la ciudad. Una noche —de bourbon y jazz— un actor afamado regaló al saxofonista su sombrero Homburg negro. Ahora, el fieltro está descolorido y sirve para ocultar el rostro del músico de la compasión de los pocos que se paran unos instantes a escucharle. Él sabe que vendiendo ambos objetos a un coleccionista entendido, sacaría lo suficiente para tratarse las manos y paliar el dolor. Pero no lo hará, pues no quiere morir solo.
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Frase para participar Semana 02: Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz…
¡UNA DE RABAS!
Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz, la ceja le cruza de sien a sien separando sus ojos pequeños de la frente despejada a modo de frontón recién pulido. Es un gran camarero pero, ¡maldita sea!, al no fruncir el ceño nunca sabes si ha entendido o no lo que le acabas de pedir. Así que los domingos, a la hora del vermú, los clientes habituales saqueamos sin piedad los aperitivos y raciones de los neófitos que esperan amontonados junto a la barra.
ARTROSIS EN EL OLVIDO
Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz, el saxo tenor cubierto de herrumbre vibra en los dedos torcidos del músico callejero. Hace décadas, el instrumento sonó en los mejores locales nocturnos de la ciudad. Una noche —de bourbon y jazz— un actor afamado regaló al saxofonista su sombrero Homburg negro. Ahora, el fieltro está descolorido y sirve para ocultar el rostro del músico de la compasión de los pocos que se paran unos instantes a escucharle. Él sabe que vendiendo ambos objetos a un coleccionista entendido, sacaría lo suficiente para tratarse las manos y paliar el dolor. Pero no lo hará, pues no quiere morir solo.
El primero ha sido un experimento, o un intento, de hacer un micro de humor.
ResponderEliminarPero por lo visto se me dan mejor las tragedias ;-)
Y gracias por la canción, no la conocía.
Debo reconocer que a mi me ha costado el primero, no termina de hacerme reír puede que no haya captado bien el final. En otro orden de cosas, creo que en ese "acababas" encajaría mejor un "acabas" para mantener el presente en todos los tiempos verbales.
ResponderEliminarEl segundo, estupendo :) A mi me ha recordado más a esta otra canción jejejeje https://www.youtube.com/watch?v=t-jcM4H9RoM (cambiando piano por saxo)
Ya he cambiado el "acababas". Y no lo debéis pillar porque es humor riojano, y hace falta algún vino en el coleto para entenderlo :-P (está mal construido y explicado)
EliminarAl segundo, la canción 'El hombre del piano' también le pega, sí.
Gracias, Sir.
Yo también me quedo con el segundo, has retratado muy bien la imagen del músico callejero.
ResponderEliminarUn abrazo,