El caso de la mano perdida - Fernando Roye
Título: El caso de la mano perdida. Una investigación del sargento Carmelo Domínguez.
Autor: Fernando Roye
Editorial: Sinerrata
Colección: Sinrastro
Número de páginas: 251
Primer capítulo El caso de la mano perdida (pdf)
Sinopsis:
El sargento Carmelo Domínguez, jefe de puesto de Santa Honorata, una pequeña localidad serrana en los tiempos de la posguerra española, pone a prueba sus peculiares capacidades deductivas al encargarse del extraño caso de una mano seccionada encontrada en la demarcación, enfrentándose a los poderes locales, más interesados en la próxima visita de Franco.
El autor:
Fernando Roye nació en Esplugues de Llobregat, realizó estudios de Psicología y Magisterio. Colaboró en blogs de reseñador. Ha publicado con anterioridad I love F-150 (2010) y Tres ancianos sin ruta (2014). En la actualidad ejerce de maestro en Tarragona.
Escribe y gestiona Puntos suspensivos (blog personal) y La mirada azul y negra (blog sobre la novela y sus personajes)
Y, como no, debo agradecer la lectura de esta novela a Javi de Ríos (Facebook - Tuiter)
RESEÑA
Me pareció arriesgado que el autor hiciese que un sargento de la Benemérita de los años cincuenta de la España franquista fuera el protagonista de una novela policíaca. En un principió dudé de si podría creerme al personaje. La duda me duró unas cinco o seis páginas.
Fernando Roye nos presenta al sargento Carmelo Domínguez como un tipo curioso —tanto por su forma de pensar como por sus ojos, uno azul y otro negro— e inusual para la época en la que vive. Y digo lo de inusual porque el sargento está más preocupado por dar con el dueño de una mano amputada que sus chicos han encontrado en el monte, que en la inminente visita al pueblo serrano de Santa Honorata del mismísimo Francisco Franco.
Es cierto que la trama en sí tarda en arrancar, pero Fernando usa ese intervalo para pintarnos un escenario en el que impera el miedo, el hambre, la envidia y la desesperación a través de personajes secundarios muy bien definidos. Lo mejor, quizás, es que añade a todo esto un punto de humor que nos acompaña durante toda la novela.
Pero si no entras de lleno en ambiente, el inicio del libro puede llegar a ser lento, pesado. Y eso es peligroso para un lector tan impaciente como yo. Tal vez por eso leí la primera mitad del libro a ratitos y la última de un tirón, para después volver a leer el comienzo de otro tirón.
Soy raro, lo sé, y no solo como lector.
Es inevitable comparar al sargento Carmelo Domínguez con Sherlock Holmes y a su subordinado Benito con el Dr. Watson. Aunque, al contrario que en la obra de Arthur Conan Doyle, en la de Fernando Roye predominan más las casualidades que la lógica y deducción. No sé si el autor ha querido usar estas casualidades para reforzar la imagen que en la casa cuartel y en el pueblo tienen del sargento —al que apodan El Hechizado— pero creo que en un trama policíaca al uso no debe quedar nada al azar.
En una trama policíaca al uso, claro, no en esta. Fernando Roye ha sabido traspasar límites y hacerlo de forma elegante y amena.
Una curiosidad. La mano amputada parece tan incorrupta como la de Santa Teresa de Jesús, ya que va de bolsillo en bolsillo y de pañuelo en pañuelo como si de un souvenir se tratase. Y no sé si atribuir esto a un descuido o a una guasa del autor...
La novela termina con la resolución del caso de la mano amputada, con un manco —que no es el dueño de esa mano— despidiéndose del sargento Carmelo Domínguez y con una referencia a El Tercer Hombre con la frase... Nada es lo que parece. Genial.
El caso de la mano perdida es una novela negra en una época negra muy bien documentada, narrada desde un punto de vista omniscente y con toques de humor negro que os hará disfrutar, espero que tanto o más, de lo que me ha hecho disfrutar a mí.
Autor: Fernando Roye
Editorial: Sinerrata
Colección: Sinrastro
Número de páginas: 251
Primer capítulo El caso de la mano perdida (pdf)
Sinopsis:
El sargento Carmelo Domínguez, jefe de puesto de Santa Honorata, una pequeña localidad serrana en los tiempos de la posguerra española, pone a prueba sus peculiares capacidades deductivas al encargarse del extraño caso de una mano seccionada encontrada en la demarcación, enfrentándose a los poderes locales, más interesados en la próxima visita de Franco.
El autor:
Fernando Roye nació en Esplugues de Llobregat, realizó estudios de Psicología y Magisterio. Colaboró en blogs de reseñador. Ha publicado con anterioridad I love F-150 (2010) y Tres ancianos sin ruta (2014). En la actualidad ejerce de maestro en Tarragona.
Escribe y gestiona Puntos suspensivos (blog personal) y La mirada azul y negra (blog sobre la novela y sus personajes)
Y, como no, debo agradecer la lectura de esta novela a Javi de Ríos (Facebook - Tuiter)
RESEÑA
Me pareció arriesgado que el autor hiciese que un sargento de la Benemérita de los años cincuenta de la España franquista fuera el protagonista de una novela policíaca. En un principió dudé de si podría creerme al personaje. La duda me duró unas cinco o seis páginas.
Fernando Roye nos presenta al sargento Carmelo Domínguez como un tipo curioso —tanto por su forma de pensar como por sus ojos, uno azul y otro negro— e inusual para la época en la que vive. Y digo lo de inusual porque el sargento está más preocupado por dar con el dueño de una mano amputada que sus chicos han encontrado en el monte, que en la inminente visita al pueblo serrano de Santa Honorata del mismísimo Francisco Franco.
Es cierto que la trama en sí tarda en arrancar, pero Fernando usa ese intervalo para pintarnos un escenario en el que impera el miedo, el hambre, la envidia y la desesperación a través de personajes secundarios muy bien definidos. Lo mejor, quizás, es que añade a todo esto un punto de humor que nos acompaña durante toda la novela.
Pero si no entras de lleno en ambiente, el inicio del libro puede llegar a ser lento, pesado. Y eso es peligroso para un lector tan impaciente como yo. Tal vez por eso leí la primera mitad del libro a ratitos y la última de un tirón, para después volver a leer el comienzo de otro tirón.
Soy raro, lo sé, y no solo como lector.
Es inevitable comparar al sargento Carmelo Domínguez con Sherlock Holmes y a su subordinado Benito con el Dr. Watson. Aunque, al contrario que en la obra de Arthur Conan Doyle, en la de Fernando Roye predominan más las casualidades que la lógica y deducción. No sé si el autor ha querido usar estas casualidades para reforzar la imagen que en la casa cuartel y en el pueblo tienen del sargento —al que apodan El Hechizado— pero creo que en un trama policíaca al uso no debe quedar nada al azar.
En una trama policíaca al uso, claro, no en esta. Fernando Roye ha sabido traspasar límites y hacerlo de forma elegante y amena.
Una curiosidad. La mano amputada parece tan incorrupta como la de Santa Teresa de Jesús, ya que va de bolsillo en bolsillo y de pañuelo en pañuelo como si de un souvenir se tratase. Y no sé si atribuir esto a un descuido o a una guasa del autor...
La novela termina con la resolución del caso de la mano amputada, con un manco —que no es el dueño de esa mano— despidiéndose del sargento Carmelo Domínguez y con una referencia a El Tercer Hombre con la frase... Nada es lo que parece. Genial.
El caso de la mano perdida es una novela negra en una época negra muy bien documentada, narrada desde un punto de vista omniscente y con toques de humor negro que os hará disfrutar, espero que tanto o más, de lo que me ha hecho disfrutar a mí.
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